domingo, 6 de septiembre de 2009

Un Mundo Feliz


- Pero Dios es la razón que justifica todo lo que es noble, bello y heroico. Si ustedes tuvieran un Dios…
- Mi joven y querido amigo –dijo Mustafá Mond–, la civilización no tiene ninguna necesidad de nobleza ni de heroísmo. Ambas cosas son síntomas de ineficacia política. En una sociedad debidamente organizada como la nuestra, nadie tiene la menor oportunidad de comportarse noble y heroicamente. Las condiciones deben hacerse del todo inestables antes de que surja tal oportunidad. Donde hay guerras, donde hay dualidad de lealtades, donde hay tentaciones que resistir, objetos de amor por los cuales luchar o que defender, es evidente que la nobleza y el heroísmo tienen algún sentido. Pero actualmente no hay guerras. Se toman todas las precauciones posibles para evitar que cualquiera pueda amar demasiado a otra persona.
No existe la posibilidad de elegir entre dos lealtades o fidelidades; todos están condicionados de modo que no pueden hacer otra cosa más que lo que deben hacer. Y lo que uno debe hacer resulta tan agradable, se permite el libre juego de tantos impulsos naturales, que realmente no existen tentaciones que uno deba resistir. Y si alguna vez, por algún desafortunado azar, ocurriera algo desagradable, bueno siempre se puede disponer del soma, que puede ofrecernos unas vacaciones de la realidad. El soma calma nuestra ira y nos reconcilia con nuestros enemigos, nos vuelve pacientes y sufridos. En el pasado, tales cosas solo podían conseguirse haciendo un gran esfuerzo y al cabo de muchos años de duro entrenamiento moral. Ahora, usted se zampa dos o tres tabletas de medio gramo, y listo. Actualmente cualquiera puede ser virtuoso. Uno puede llevar al menos la mitad de su moralidad en el bolsillo, dentro de un frasco. El cristianismo sin lágrimas: esto es el soma
- Pero las lágrimas son necesarias. ¿No recuerda lo que dice Otelo?: “Si después de cada tormenta vienen tales calmas, ojalá los vientos soplen hasta despertar la muerte”

Aldous Huxley
Un Mundo Feliz

Tener nuestra propia moralidad en el bolsillo…

¿Os imagináis?
Empezar a sentir remordimiento y… ¡medio gramo de soma!
Sentir algo muy especial por otra persona y… ¡un gramo de soma!

El soma calma nuestra ira y nos reconcilia con nuestros enemigos…
Yo prefiero vivir en una eterna tormenta… ¡¡¡El viento me hace sentir que sigo vivo!!!

Tendré que leer Otelo.

Sed Buenos
Fran

2 comentarios:

Daniel Santos M. dijo...

En eso consiste estar vivo: En empaparse tanto de los buenos como de los malos momentos, de manera que los malos te hacen apreciar mucho más los buenos.

Fran dijo...

Es triste que necesitemos los "malos" para apreciar los "buenos".

Creo que la culpa es nuestra por
crecer... Cuando eramos niños apreciábamos esas tardes de chapas en el parque, una pelota, un partido de fútbol en el parque, y no había momentos malos.

Ahora apreciamos los momentos que pasamos con los amigos porque nos hacen olvidar el trabajo, las preocupaciones, los alquileres, las hipotecas... Amigo Santos, nos hemos hecho mayores...

Fran